LETCHO

LECSÓ

 

Este es el plato húngaro que más celebra los ingredientes de finales de verano

 

Los húngaros tienen la costumbre de preparar lecsó (pronunciado “letcho”) cuando los tomates y los pimientos están de temporada, a finales de verano, inicios de otoño y lo preservan para darse una alegría durante los largos meses de invierno.


 
 

EXPLORA LOS INGREDIENTES

 
 

 

Un plato muy versatil

El lecsó es un un estofado de verduras (aunque muchas veces, como en este caso, lleva carne) que celebra tres de los ingredientes favoritos de los húngaros: los tomates, los pimientos y el pimentón o paprika.

Es un plato que se puede encontrar en muchos menús de restaurante de muchas maneras: como entrante, como acompañamiento, como aperitivo… Y está presente sobre todo el mes de septiembre aunque también se puede encontrar antes y después si todavía se encuentran tomates de estación.

Se pueden encontrar muchas variaciones del plato. Siempre lleva tomates, pimientos (que suelen ser la variedad verde llamada “banana”), cebolla y paprika pero también se le puede añadir ajo y la carne puede ser panceta, salchicha ahumada (llamada lecsókolbász, literalmente “salchicha de lecsó”), o trozos de cerdo. También es común ver la preparación con huevos revueltos y se come así para desayunar.

La preparación del plato es muy fácil. Se empieza echando la panceta en la sartén y sofriendo la cebolla después en su grasa. Después se añade en pimentón y se deja cocinar un segundo para después añadir los pimientos y al cabo de unos 15 minutos, los tomates. Se sala a gusto y se deja cocinar una media hora hasta que sea un estofado uniforme.

 
 
 
 
 

El veraneo en un plato

Este verano estaba con unos compañeros húngaros y oí la palabra lecsó, pensaba que era lo que iban a pedir de comer pero me contaron que, de hecho, se estaban preguntando por las vacaciones. Sorprendida, después descubrí que la palabra lecsó también se puede usar como un verbo. “Voy a lecsó en Balaton este año” significa que vas a veranear o pasar unos días en el famoso lago Balaton, y seguramente disfrutar de un buen lecsó también, por qué no.

Lecsó como verbo sugiere disfrutar de un estado ocioso y de hecho, eso hace también como nombre, sobre todo cuando los húngaros abren un tarro que habían preparado a finales de verano pensando en el frío invierno y pueden entonces desconectar por un momento y reconectar con el sol, la brisa del lago y el vibrante color de los tomates y el paprika en su plato.

 
 
 
 

El plato que captura el sol y el sabor del verano para disfrutarlo siempre

 

 

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