CARACOLES CON BULGUR

CHOCHLIOI


Χοχλιοί

 

En Creta no hay aperitivo sin caracoles

 

Los chochlioí boumpouristoí son un plato cretano imprescindible, se trata de caracoles cocinados con vinagre y romero. Aun así, los caracoles son tan intrínsecos a la gastronomía de la isla que se comen de muchas formas, y una de las más comunes es con bulgur y verduras


 
 

EXPLORA LOS INGREDIENTES

 
 

 

Chochlioi (Χοχλιοί) = caracoles

 

Cocina popular

A mí los caracoles me gustan mucho. En Cataluña es una comida popular de las zonas de interior y yo les cogí el gusto gracias a mi abuelo, para quien eran un plato estrella, casi de celebración. En Creta los sirven como mezze (tapa de aperitivo), hervidos primero y después fritos en aceite de oliva, vinagre y romero. También se comen como entrante, como es este caso. 

Los pude cocinar junto a la señora de una casa rural a la que visitamos. Nos dijo que a ella le encantaban con trigo bulgur y verduras. El trigo bulgur es un trigo per-cocido que se utiliza habitualmente en las cocinas de Oriente Medio para preparar platos como el tabulé, los kibbeh o la mujaddara. En Creta es un grano habitual también. 

La cocinera echó aceite de oliva en una olla y añadió la cebolla y el ajo cuando el aceite estuvo caliente. A continuación vertió los caracoles que habían estado previamente hervidos para eliminar impurezas. Añadió el pimentón, la sal y el vinagre y lo dejó cocinar. Después echó el tomate hecho puré, las patatas a gajos y los calabacines a trozos grandes. Después de hervir un poco añadió el bulgur y lo dejó hacerse hasta que las verduras estuvieron tiernas. 

Fue un plato perfecto, lleno de sabor y al sacar los caracoles de su caparazón estaban jugosos con toda la comunión de ingredientes. 

 
 
 
 
 
 
 
 

Los caracoles son un ingrediente indígena de la isla que han estado celebrados durante siglos y siguen siéndolo. En una panagiri (festival popular en honor a un santo) concreta se celebra la Chochlidovradia o “caracolada” en el pueblo de Agios Thomas. Esta fiesta se da lugar en agosto y allí se pueden degustar hasta 40 formas diferentes de preparar los caracoles. Junto a música, bailes y raki se goza de este ingrediente humilde, lleno de proteína que campa a sus anchas por el monte y hace las delicias de los cretenses.

 
 
 
 
 

Un plato local y amado

 

 

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